La gestión del talento juega un papel fundamental en el crecimiento empresarial. Cuando una organización identifica, atrae y retiene a los empleados más talentosos, se crea una fuerza laboral comprometida y altamente productiva. La gestión del talento implica desarrollar programas de capacitación y desarrollo, establecer planes de sucesión y promoción interna, así como cultivar una cultura que fomente el aprendizaje y la innovación. Al invertir en la gestión del talento, las empresas obtienen una ventaja competitiva, mejorando la retención del personal, la calidad del trabajo y la capacidad de adaptarse a los desafíos del mercado.